¿Cómo funciona una batería NiMH?

Fondo
Las baterías de NiMH o de níquel-metal hidruro son un tipo de batería recargable. Se utilizan para diversos fines, desde cámaras digitales hasta vehículos híbridos y aplicaciones industriales. Su popularidad ha crecido en los últimos años debido a la creciente preocupación por el impacto ambiental de los componentes tóxicos y el interés por el reciclaje. La mayoría de las baterías de NiMH pueden recargarse cientos de veces a lo largo de su vida útil. Además, su potencia total de salida disminuye muy poco después de la carga.

Baterías
Las baterías son unidades autónomas que utilizan reacciones químicas para producir electricidad. La mayoría de las baterías tienen un diseño de cuatro componentes: un electrodo positivo, un electrodo negativo, un electrolito y un separador.
En una batería de NiMH, el electrodo positivo suele estar compuesto de hidróxido de níquel, de ahí el nombre de níquel-hidruro metálico. El electrodo negativo suele estar hecho de hidruro metálico, pero los metales utilizados varían. El electrolito es una solución química, generalmente hidróxido de potasio, que permite la transferencia de iones entre los electrodos positivo y negativo. El separador se utiliza para separar físicamente los electrodos positivo y negativo, pero para permitir la transferencia de iones.

Producción de electricidad
Para producir electricidad, la batería debe estar conectada a un circuito externo. La forma estándar de conectar una batería a un circuito es colocarla en un dispositivo con los símbolos positivo y negativo alineados. Una vez que el dispositivo comienza a consumir energía, los electrones salen del electrodo negativo, lo que se acompaña de su oxidación y la liberación de hidrógeno.
Los electrones finalmente se depositarán en el electrodo positivo, que absorberá hidrógeno. El intercambio iónico a través del electrolito completa el circuito. En las baterías estándar, cuando el electrodo negativo ya no puede oxidarse ni producir electrones, la batería está muerta. En las baterías de NiMH, los metales y productos químicos específicos involucrados permiten revertir el proceso.
En esencia, un  cargador  puede extraer electrones del electrodo positivo, provocando su oxidación y la liberación de hidrógeno. Luego, puede devolver los electrones al electrodo negativo, provocando que absorba hidrógeno. Esto permite que la batería se pueda usar repetidamente.